Informe
argumentativo de los alcances encontrados por Martínez (2010)
Autores: MSc. Antonio Briceño / Msc.
Jessica Márquez.
En el
siglo XX, el alto nivel de complejidad, exige, para su estudio y comprensión,
un enfoque de investigación transdisciplinario, integrado y sistémico, el cual,
a su vez, requiere de unas bases epistemológicas acordes con su propia y especial
naturaleza, ya que se vive una transformación radical del concepto de
conocimiento y del concepto de ciencia, es decir, del criterio de racionalidad
científica. Ante ello Martínez (2010), hace referencia a la epistemología; la racionalidad;
lo sistémico y la transdisciplinaridad indicando que será objetivo fundamental
de este estudio tratar de aclarar el contenido de los términos involucrados,
siguiendo no solo su etimología y la epistemología en que son usados, sino,
sobre todo, la naturaleza de los procesos mentales psicológicos que están implícitos
en ellos. Igualmente seguiremos la claridad del “modelo médico”: exponer, en la
primera parte, lo relacionado con el diagnóstico de la situación actual
y, después, en la segunda, aquellas sugerencias y propuestas que pudieran
constituir una terapia epistemológica para tal situación.
Afirmando que durante los últimos 20 años,
la Unesco, como
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura,
insiste y nos alerta sobre una serie de
ideas de máxima relevancia (Ciret-Unesco,
1997, 2000; Unesco, 1998). Entre esas ideas están las siguientes afirmaciones:
los países en desarrollo solo lo alcanzarán con una calificada y competente preparación
de sus profesionales, la desorientación de la universidad es un
fenómeno mundial, los cambios mundiales tienen un ritmo acelerado, La
lógica positivista y pensamiento único generan pobreza,-— No
podemos seguir parcelando el saber; necesitamos un enfoque transdisciplinario, lo urgente una visión transnacional, transcultural,
transpolítica y transreligiosa, el adoptar un paradigma sistémico para entender la complejidad y la necesidad de rehacer los planes de estudio.
Así mismo, menciona que el diálogo como
método es imprescindible refiriendo a lo que
Mc-Luhan solía decir: “yo no sé quién descubrió el agua por primera vez,
pero estoy seguro que no fueron los peces”. En efecto, los peces, rodeados de
agua por todas partes, no la pueden ver. Tampoco nosotros podemos descubrir una
realidad que damos, ingenuamente, por supuesta. Pero tenemos algo que no tienen
los peces: el poder de la reflexión, que puede analizarse a sí misma.
Por
tanto hoy, sabemos que no podemos buscarle soluciones únicamente económicas
a los problemas económicos, ni soluciones únicamente políticas a los
problemas políticos, ni soluciones únicamente sociales a los problemas
sociales, ya que como dice Whitehead, “quien conoce solamente su propia
disciplina ni siquiera esa disciplina conoce”. En todos los campos se constata
que la mayoría de los problemas no pueden resolverse al nivel en que vienen
planteados, que su naturaleza forma como un rizoma complejo de muy variadas
interacciones. Sin embargo, no somos dueños de la verdad absoluta, cuando
tratamos de saber todo, el ser se vuelve como el océano, inmenso donde la
profundidad en el conocimiento es muy escaza; esta posición un tanto sistémica
es considerada por Martínez (2010),
cuando menciona que el pensamiento sistémico comporta, además, un cambio de la
ciencia objetiva a la ciencia epistémica; es decir, se tiene en
cuenta la posición personal del sujeto investigador.
Otro
punto de interés a considerar en este artículo es la necesidad de un nuevo enfoque científico, como fue observado a lo
largo del siglo XX, donde se vivió una
transformación radical del concepto de conocimiento y del concepto de ciencia.
Llegando a la adopción de un nuevo concepto
de la racionalidad científica, de un nuevo paradigma epistemológico.
Todos, unos tras otros, fueron manifestando su insatisfacción con la
racionalidad lineal, unidireccional, y viendo, poco a poco, la necesidad de
reemplazar el modelo axiomático de pensar, razonar y demostrar, con su
ideal puro lógico-formal o lógico-matemático, con
una lógica que diera cabida a la auténtica y más empírica realidad del mundo en
que vivimos y con el que interactuamos, de un mundo donde existen
inconsistencias reales, incoherencias lógicas y hasta contradicciones
conceptuales.
De esta manera, el problema principal que
enfrenta actualmente la investigación y su metodología tiene un fondo
esencialmente epistemológico, pues gira en torno al concepto de conocimiento
y de ciencia y la respetabilidad científica de sus productos: el
conocimiento de la verdad y de las leyes de la naturaleza. De aquí, la
aparición, sobre todo en la segunda parte del siglo XX, de las corrientes posmodernistas, las posestructuralistas, el construccionismo, el desconstruccionismo, la Teoría crítica, el análisis del discurso, la desmetaforización del discurso y, en
general, los planteamientos que formula la Teoría del conocimiento.
En este orden Martínez (2010), dice que el objetivo fundamental, será clarificar e
ilustrar que el problema reside en el concepto restrictivo de cientificidad adoptado,
especialmente en las ciencias humanas, que mutila la legitimidad y derecho a
existir de una gran riqueza de la dotación más típicamente humana, como
los procesos que se asientan en el uso de la libertad y de la creatividad.
De este modo el conocimiento y sus procesos mentales; según
la psicología del pensamiento, nuestra mente puede realizar una
percepción y su consiguiente conocimiento de la realidad de tres formas: 1)
centrándose en un elemento o parte de la misma (por ejemplo, el ojo, la nariz de
un rostro), 2) captando todo el rostro (el sistema que forman todos sus
elementos), y 3) percibiendo la esencia como concepto universal de lo que es la
fisonomía del ser humano. Es esta última realidad la que busca la ciencia; es
este concepto de lo esencial el que fundamenta el progreso y la cultura de las
civilizaciones, y a su búsqueda se dedica toda investigación, digna de tal
nombre, elaborando síntesis teóricas de las realidades que estudia, ya sea por
medio de analogías y metáforas o, también, creando modelos o, incluso,
verdaderas teorías.
Finaliza el autor en su disertación que la
importancia que tiene el clarificar e ilustrar que el problema en la mayoría de
las controversias académicas reside en el concepto restrictivo de
“cientificidad” adoptado, especialmente en las ciencias humanas, que mutila la
legitimidad y derecho a existir de una gran riqueza de la dotación más típicamente
humana, como los procesos que se asientan en el uso de la libertad y
de la creatividad. Es por esto que la unión de estos dos procesos
investigativos han exigido el desplazamiento de su ubicación en la continua ciencia-arte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario