ANÁLISIS REFLEXIVO Y
CRÍTICO DE LA ENTREVISTA:
André Compte-Sponville
Peña
Ana Iris. C.I. 13.501.952
Vegas Raúl. C.I.
11.715.271
En primer lugar el señor André Compte-Sponville, es un pensador de gran relevancia del siglo
XX, y tiene una gama de creaciones
intelectuales que lo llevan a profundizar sobre la economía de mercado para la
organización y asignación de la producción y el consumo de bienes y servicios
que surge del juego entre la oferta y la demanda en una situación de
competencia imperfecta, lo que requiere una determinada participación del
Estado para corregir ó mejorar los efectos negativos de externalidades y fallos
del mercado, para garantizar un acceso general mínimo a ciertos bienes y
servicios que favorezcan a todos los ciudadanos.
Al mismo tiempo el entrevistado hace una
serie de recomendaciones en las lecturas de sus escritos principalmente lo que
lo lleva a filosofar sobre el “El alma del ateísmo” donde le surge una gran
necesidad de hablar sobre la espiritualidad y la circunstancia que se presentan
en el momento que si hay una vida después de la muerte o acaso no hay nada
después de la vida, donde hace algunas comparaciones entre el fanatismo, el
integrismo, el oscurantismo y el nihilismo, los ve como formas negativas que
amenazan la sociedad en forma simétrica.
Fundamentalmente el nihilismo es escepticismo
acoplado con reducción, pero en la realidad práctica toma más de una faceta, lo
que a menudo lleva a una confusión en las definiciones. En el sentido más
general, el nihilismo tiene dos clasificaciones, la primera es pasiva y por lo
general se refiere al término existencial o social, y la segunda es activa y es
llamada nihilismo político. El Nihilismo no es la total carencia de valores
para crear un entorno castrado del bien y del mal, arriba o abajo, ya que estas
son situaciones absurdas, de verdad que las situaciones idealistas son metas
tanto imposibles como peligrosamente engañosas como para llevarse a cabo.
Desdichadamente algunos nihilistas quedan atrapados en este opaco laberinto de
la ética y la moralidad. Otros saltan con la cabeza por delante hacia las
fauces como demostración de una supuesta destreza mental, que explica la
efervescencia del nihilismo existencial entre ciertos académicos y ciertos
átomos de fantasía aislados, el nihilismo es la destrucción de la filosofía más
no la ampliación de esta.
Con respecto a: “La moral es a
la civilización lo que los genes a la biología”, Compte afirma aquí su no
creencia en Dios, pero explica que no es necesario creer en dios para estar
ligado a los valores morales que perfeccionan al hombre en lo más íntimo de su
ser, haciéndolo más humano, con mayor calidad como persona. Al mismo tiempo explica
el laicismo como una postura que garantiza la libertad de conciencia además de
la no imposición de las normas y valores morales particulares de alguna
religión o de la irreligión. El laicismo persigue la secularización del Estado
y lo ve como una forma de fanatismo. También explica que con las crisis
religiosas existentes podrían resucitar el anticlericalismo, siendo un absurdo
basarse en esto para declararle la guerra a la religión ya que el hecho no es
si creer o no en Dios el problema está fanatismo y el nihilismo.
Cuando se refiere al sentimiento oceánico él manifiesta
que fue una experiencia trascendente que tuvo en un bosque, lo utiliza para describir
experiencias místicas, lo que definen los psicólogos como un estado modificado
de la conciencia, cuando el habla de sentimiento oceánico es una sensación de
misterio que tiene lugar en el encuentro con un ente superior y sentimiento
oceánico porque somos uno con todo.
Luego el recuerda algunos de sus compañeros
como el caso de Louis Althusser con sus influencias marxistas, como lo fue Nikos
Poulantzas, recordó también a Althusser como
amigo, su principal mérito fue intentar explorar lo que resultó ser un punto
muerto, tomarse totalmente en serio la idea de que el marxismo era una ciencia
y que a partir de él se podía elaborar una filosofía.
Al preguntarle cómo
se define, en cuanto a posición política, responde de izquierdas porque he
llegado a la conclusión de que el objetivo de la política es ayudar a los más
débiles, a los más desfavorecidos; pero liberal, porque incluso para los más
pobres, la economía de mercado es más favorable. Ahora bien, no se puede contar
con el mercado para que haga justicia: es el Estado el que tiene que regular el
mercado para conseguir que los más pobres también tengan su oportunidad, lo que
se puede denominar equidad y justicia social. En su libro ‘La felicidad, desesperadamente’
defiende que para ser feliz es mejor desear únicamente lo que depende de
nosotros mismos. Los estoicos distinguían entre lo que depende de nosotros y lo
que no. Y es mejor desear aquello que depende de nosotros, porque en ese caso
querer significa actuar, que desear aquello que no depende de nosotros, porque
entonces hay que contentarse con esperar.
Se puede concluir diciendo que la vida, obras,
legados y actuación de este filosofo André Compte-Sponville son extraordinarios
por su preocupación en la búsqueda de una mejor sociedad y más aun cuando
expresa el amor maternal que es único en la especie humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario