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viernes, 22 de febrero de 2013




BASES DE LA EPISTEMOLOGÍA A COMIENZOS DEL SIGLO XXI

 MSc. Maribel Camacho
MSc. Daniela Aguin









En este momento, donde han transcurridos diversos acontecimientos, es necesario investigar desde una percepción holística, es decir, integración de saberes, para obtener el enfoque transdisciplinario o multidisciplinario, donde el ser humano como sujeto adquiere preponderancia en los procesos de estudio de los fenómenos, éste es observador e interprete  y es objeto y/ o sujeto de estudio.

Es por ello que Miguel Martínez Miguélez fundamenta las bases de la Epistemología  del siglo XXI

HACIA UN NUEVO ENFOQUE DE LA CIENCIA:

Necesidad de un nuevo enfoque científico:       

  A lo largo del siglo XX que se hayan vivido una transformación radical del concepto de conocimiento y del concepto de ciencia. Es necesario reconocer el aporte que ha tenido el modelo científico positivista a lo largo de la historia, es la base de ciencias; como la física, la matemática, la química, entre otras, por otra parte el carácter reduccionista, es considerado insostenible, por los pospositivistas, debe ser sustituirlo por un modelo sistémico cónsono con la complejidad de las realidades del mundo actual.
 Es por ello que nace el paradigma  cualitativo, reflejado en la interpretación,  donde los positivistas insisten en que sus resultados son poco objetivos, se interpreta el fenómeno, por su experiencia vivida, se construyen y desconstruyen teorías, esto permite integrar talentos de diferentes disciplinas.

El conocimiento y sus procesos mentales:

Percibir es la actividad mental mediante la cual llegan al cerebro los estímulos del exterior y se realiza el proceso de cognición. Por otro lado, concebir es la actividad mental donde resultan conceptos e ideas e a partir de los estímulos percibidos, los cuales determinan a su vez los conceptos de entender y comprender que hacen que el proceso cognoscitivo culmine en aprendizaje. Se debe diferenciar el entender de comprender, se entiende un hecho, una relación, una palabra, un método, en cambio, se comprende una serie, un sistema, un plan. La comprensión es una aptitud elevada del pensamiento humano. Según Drucker (1994), en nuestro tiempo existe una transformación en la concepción del conocimiento. Este ha pasada de una situación aplicable a ser a otra aplicable a hacer, es decir de una situación referida al desarrollo intelectual de la persona a otra como factor de producción tomando como base su utilidad. En este sentido, el conocimiento se convierte en un instrumento o medio para obtener resultados. Al hablar de conocimiento se coloca de manifiesto que una organización, como cualquier ser humano, está sometida a una dinámica en la que del exterior y del interior mismo, capta o percibe información, la reconoce, la organiza, la almacena, la analiza, la evalúa y emite una respuesta al exterior, basada en dicha información y englobada en el total de información almacenada procurando un resultado.

Complejidad y transdisciplinariedad:

Las llamadas “realidades complejas, hipercomplejas o transcomplejas” y procesos de estudio “transdisciplinarios” están referidos, básicamente, a los procesos mentales fundamentales, gestálticos y estereognósicos, con los cuales conceptualizamos y expresamos las totalidades en forma integral y sistémica. Los fenómenos de la vida y la posibilidad del hombre de interactuar con ellos, han creado una fuerte y amplia discusión metodológica. No es nada fácil comprender, aceptar y llevar la lógica de una determinada disciplina a las mentes de los que cultivan otra muy diferente. Sin embargo, no se trata de eso: se trata de un encuentro y diálogo académicos que se interfecundan. Es natural que un enfoque metodológico básicamente diferente conduzca a la formulación de paradigmas científicos contrastantes.
 Sin embargo, esto, construye las ciencias de la vida, y las ciencias humanas, en general, sus propias coordenadas gnoseológicas; es decir que caminan por sendas heurísticas propias. De aquí, la necesidad de identificar una lógica no numérica, como guía del proceso heurístico, es decir, la dimensión o estructura sistémico-cualitativa de la ciencia.

ASPECTOS FUNDAMENTALES DE UNA EPISTEMOLOGÍA ACTUALIZADA:

El paradigma sistémico:

 Este enfoque constituyó el paradigma conceptual de la ciencia clásica, se radicalizó, sobre todo, durante la segunda parte del siglo XIX y primera del XX con el positivismo lógico. Por todo ello, se volvió necesaria una nueva visión de la realidad, un nuevo "paradigma", es decir, una transformación fundamental de nuestro modo de pensar, de nuestro modo de percibir y de nuestro modo de valorar; y resultó imprescindible la adopción de un paradigma sistémico para poder comprender la naturaleza de todas nuestras realidades. El ser humano, como todo ser vivo, no es un agregado de elementos yuxtapuestos; es un todo integrado que constituye un suprasistema dinámico, formado por muchos subsistemas perfectamente coordinados: el subsistema físico, el químico, el biológico, el psicológico, el social, el cultural, el ético-moral y el espiritual. Todos juntos e integrados constituyen la personalidad, y su falta de integración o coordinación desencadena procesos patológicos de diferente índole: orgánica, psicológica, social, o varias juntas. Pero, cuando funciona normalmente, exhibe una maravillosa coordinación de esos subsistemas. Por esto, el ser humano es la estructura dinámica o sistema integrado más complejo de todo cuanto existe en el universo. El enfoque sistémico se trata de estudiar su complejidad por medio de la inter- y transdisciplinariedad.


 Conocimiento tácito: aprehensión en sí y aprehensión subsidiaria:

     El estudio de entidades emergentes como estas requiere el uso de una lógica no deductiva; requiere una lógica dialéctica en la cual las partes son comprendidas desde el punto de vista del todo. Dilthey (1900) llama círculo hermenéutico a este proceso interpretativo, al movimiento que va del todo a las partes y de las partes al todo tratandonde buscarle el sentido. En este proceso, el significado de las partes o  componentes está determinado por el conocimiento previo del todo, mientras que nuestro conocimiento del todo es corregido continuamente y profundizado por el crecimiento de nuestro conocimiento de los componentes.

Aporte de la neurociencia actual.

Entre los aportes de la neurociencia actual es de máxima importancia el que esclarece el proceso de atribución de significados. El mundo en que hoy vivimos se caracteriza por sus interconexiones a un nivel global en el que los fenómenos físicos, biológicos, psicológicos, sociales y ambientales son todos recíprocamente interdependientes. Para describir este mundo de manera adecuada necesitamos una perspectiva más amplia, holista, sistémica y ecológica que no nos pueden ofrecer las concepciones reduccionistas del mundo ni las diferentes disciplinas aisladamente; se necesita una nueva visión de la realidad, un nuevo “paradigma”, es decir, una transformación fundamental de nuestro modo de pensar, del modo de percibir y del modo de valorar.
En este sentido, conocer es siempre aprehender un dato en una cierta función y bajo una cierta relación, en tanto significa algo dentro de una determinada estructura.

El conocimiento como realidad emergente.

La sociedad es un sistema muy complejo, es una dialéctica de interrelaciones entre los individuos con la totalidad social y la totalidad social con los individuos,  a medida que pasa el tiempo, existe el constante surgimiento de emergencias de nuevas realidades. Asimismo, se ha abierto un período histórico donde priman el cambio, las transformaciones sociales y los aspectos aleatorios, los estados de equilibrio social son más precarios. La realidad es un mundo en proceso de construcción, donde los actores sociales con sus múltiples combinaciones aleatorias, sus incertidumbres, conductas contradictorias y hasta comportamientos alógicos tienen un papel activo en el desarrollo del mundo real.


Repensando la ciencia.

La complejidad de las nuevas realidades emergentes durante el siglo XX, su fuerte interdependencia y sus interacciones ocultas, por una parte y, por la otra, el descubrimiento de la riqueza y dotación insospechada de la capacidad creadora y de los procesos cognitivos del cerebro humano, postulan una nueva conciencia y un paradigma de la racionalidad acorde con ambos grupos de realidades.

    Este nuevo paradigma deben tener cabida, ubicación y sistematización todos los conocimientos bien establecidos, ya sea que provengan de la física cuántica y relativista, de la neurociencia, de la parapsicología, del estudio de las estructuras disipativas, de la holografía o de cualquier otra fuente cognoscitiva, y todos formarían un macrosistema integrado: que reflejaría aquella armonía del universo,

A medida que pasa el tiempo se hace necesario el cambio de visión positivista a la interpretativa, en vista que existen muchas situaciones complejas en el universo, que requieren de un pensamiento sistémico, integral, no lineal, multidireccional que con el apoyo de un equipo transdisciplinario con percepción humanista, multivariable, tome en cuenta la red de relaciones e interconexiones, que no se detenga a reducir muchos factores a uno solo para responder simplemente a las necesidades de este siglo y en pro de las ciencias sociales y humanas.
                                                                                                                      
Sinergia entre la ciencia, el arte y la ética.

 Esta sabiduría vendría a ser como una realidad emergente vivencial en la mente y vida del sujeto humano, que no se daría en los componentes que la constituyen, sino en su interacción recíproca. No es, por lo tanto, una disciplina tradicional, sino una metadisciplina, una transdisciplina. Esta “sabiduría” integraría los aspectos “verdaderos” de la realidad (ciencia) con su armonía y elegancia estética (arte) y con el respeto, aprecio y promoción de la naturaleza de esa realidad (ética).
La convergencia de estos tres pilares fundamentales radica en el hecho que se debe teorizar con procesos sistémicos y críticos para hacer ciencia, pero es necesaria esa sencillez y estética que humanice esta ciencia y permita que los sentidos expongan su contribución cualitativa.



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