BASES DE LA
EPISTEMOLOGÍA A COMIENZOS DEL SIGLO XXI
MSc. Maribel Camacho
MSc. Daniela Aguin
En
este momento, donde han transcurridos diversos acontecimientos, es necesario
investigar desde una percepción holística, es decir, integración de saberes,
para obtener el enfoque transdisciplinario o multidisciplinario, donde el ser
humano como sujeto adquiere preponderancia en los procesos de estudio de los
fenómenos, éste es observador e interprete
y es objeto y/ o sujeto de estudio.
Es por ello que Miguel Martínez
Miguélez fundamenta las bases de la Epistemología del siglo XXI
HACIA UN NUEVO ENFOQUE DE LA
CIENCIA:
Necesidad de un nuevo enfoque
científico:
A lo largo del siglo XX que se hayan
vivido una transformación radical del concepto de conocimiento y del concepto
de ciencia. Es necesario reconocer el aporte que ha tenido el modelo científico
positivista a lo largo de la historia, es la base de ciencias; como la física,
la matemática, la química, entre otras, por otra parte el carácter
reduccionista, es considerado insostenible, por los pospositivistas, debe ser
sustituirlo por un modelo sistémico cónsono con la complejidad de las
realidades del mundo actual.
Es por ello que nace el paradigma cualitativo, reflejado en la interpretación, donde los positivistas insisten en que sus
resultados son poco objetivos, se interpreta el fenómeno, por su experiencia
vivida, se construyen y desconstruyen teorías, esto permite integrar talentos
de diferentes disciplinas.
El conocimiento y sus procesos
mentales:
Percibir
es la actividad mental mediante la cual llegan al cerebro los estímulos del
exterior y se realiza el proceso de cognición. Por otro lado, concebir es la
actividad mental donde resultan conceptos e ideas e a partir de los estímulos
percibidos, los cuales determinan a su vez los conceptos de entender y
comprender que hacen que el proceso cognoscitivo culmine en aprendizaje. Se
debe diferenciar el entender de comprender, se entiende un hecho, una relación,
una palabra, un método, en cambio, se comprende una serie, un sistema, un plan.
La comprensión es una aptitud elevada del pensamiento humano. Según Drucker (1994), en nuestro tiempo
existe una transformación en la concepción del conocimiento. Este ha pasada de
una situación aplicable a ser a otra aplicable a hacer, es decir de una
situación referida al desarrollo intelectual de la persona a otra como factor
de producción tomando como base su utilidad. En este sentido, el conocimiento
se convierte en un instrumento o medio para obtener resultados. Al hablar de
conocimiento se coloca de manifiesto que una organización, como cualquier ser
humano, está sometida a una dinámica en la que del exterior y del interior
mismo, capta o percibe información, la reconoce, la organiza, la almacena, la
analiza, la evalúa y emite una respuesta al exterior, basada en dicha
información y englobada en el total de información almacenada procurando un
resultado.
Complejidad y
transdisciplinariedad:
Las llamadas
“realidades complejas, hipercomplejas o transcomplejas” y procesos de estudio
“transdisciplinarios” están referidos, básicamente, a los procesos mentales
fundamentales, gestálticos y estereognósicos, con los cuales conceptualizamos y
expresamos las totalidades en forma integral y sistémica. Los
fenómenos de la vida y la posibilidad del hombre de interactuar con ellos, han
creado una fuerte y amplia discusión metodológica. No es nada fácil comprender,
aceptar y llevar la lógica de una determinada disciplina a las mentes de los
que cultivan otra muy diferente. Sin embargo, no se trata de eso: se trata de
un encuentro y diálogo académicos que se interfecundan. Es natural que un
enfoque metodológico básicamente diferente conduzca a la formulación de
paradigmas científicos contrastantes.
Sin embargo, esto, construye las ciencias de
la vida, y las ciencias humanas, en general, sus propias coordenadas gnoseológicas;
es decir que caminan por sendas heurísticas propias. De aquí, la necesidad de
identificar una lógica no numérica, como guía del proceso heurístico, es decir,
la dimensión o estructura sistémico-cualitativa de la ciencia.
ASPECTOS FUNDAMENTALES DE UNA EPISTEMOLOGÍA
ACTUALIZADA:
El paradigma sistémico:
Este
enfoque constituyó el paradigma conceptual de la ciencia clásica, se
radicalizó, sobre todo, durante la segunda parte del siglo XIX y primera del XX
con el positivismo lógico. Por todo ello, se volvió necesaria una nueva visión
de la realidad, un nuevo "paradigma", es decir, una transformación
fundamental de nuestro modo de pensar, de nuestro modo de percibir y de nuestro
modo de valorar; y resultó imprescindible la adopción de un paradigma sistémico
para poder comprender la naturaleza de todas nuestras realidades. El ser
humano, como todo ser vivo, no es un agregado de elementos yuxtapuestos; es un
todo integrado que constituye un suprasistema dinámico, formado por muchos
subsistemas perfectamente coordinados: el subsistema físico, el químico, el
biológico, el psicológico, el social, el cultural, el ético-moral y el
espiritual. Todos juntos e integrados constituyen la personalidad, y su falta
de integración o coordinación desencadena procesos patológicos de diferente
índole: orgánica, psicológica, social, o varias juntas. Pero, cuando funciona
normalmente, exhibe una maravillosa coordinación de esos subsistemas. Por esto,
el ser humano es la estructura dinámica o sistema integrado más complejo de
todo cuanto existe en el universo. El enfoque sistémico se trata de estudiar su
complejidad por medio de la inter- y transdisciplinariedad.
Conocimiento tácito:
aprehensión en sí y aprehensión subsidiaria:
El estudio de entidades emergentes como estas requiere el uso de
una lógica no deductiva; requiere una lógica dialéctica en la cual las partes
son comprendidas desde el punto de vista del todo. Dilthey (1900) llama círculo
hermenéutico a este proceso interpretativo, al movimiento que va del todo a las
partes y de las partes al todo tratandonde buscarle el sentido. En este
proceso, el significado de las partes o
componentes está determinado por el conocimiento previo del todo, mientras
que nuestro conocimiento del todo es corregido continuamente y profundizado por
el crecimiento de nuestro conocimiento de los componentes.
Aporte de la
neurociencia actual.
Entre
los aportes de la neurociencia actual es de máxima importancia el que esclarece
el proceso de atribución de significados. El mundo en que hoy vivimos se
caracteriza por sus interconexiones a un nivel global en el que los fenómenos
físicos, biológicos, psicológicos, sociales y ambientales son todos
recíprocamente interdependientes. Para describir este mundo de manera adecuada necesitamos
una perspectiva más amplia, holista, sistémica y ecológica que no nos pueden
ofrecer las concepciones reduccionistas del mundo ni las diferentes disciplinas
aisladamente; se necesita una nueva visión de la realidad, un nuevo
“paradigma”, es decir, una transformación fundamental de nuestro modo de
pensar, del modo de percibir y del modo de valorar.
En
este sentido, conocer es siempre aprehender un dato en una cierta función y
bajo una cierta relación, en tanto significa algo dentro de una determinada estructura.
El conocimiento como realidad emergente.
La
sociedad es un sistema muy complejo, es una dialéctica de interrelaciones entre
los individuos con la totalidad social y la totalidad social con los
individuos, a medida que pasa el tiempo,
existe el constante surgimiento de emergencias de nuevas realidades. Asimismo,
se ha abierto un período histórico donde priman el cambio, las transformaciones
sociales y los aspectos aleatorios, los estados de equilibrio social son más
precarios. La realidad es un mundo en proceso de construcción, donde los
actores sociales con sus múltiples combinaciones aleatorias, sus
incertidumbres, conductas contradictorias y hasta comportamientos alógicos
tienen un papel activo en el desarrollo del mundo real.
Repensando la ciencia.
La complejidad de las nuevas
realidades emergentes durante el siglo XX, su fuerte interdependencia y sus
interacciones ocultas, por una parte y, por la otra, el descubrimiento de la
riqueza y dotación insospechada de la capacidad creadora y de los procesos
cognitivos del cerebro humano, postulan una nueva conciencia y un paradigma de
la racionalidad acorde con ambos grupos de realidades.
Este
nuevo paradigma deben tener cabida, ubicación y sistematización todos los
conocimientos bien establecidos, ya sea que provengan de la física cuántica y
relativista, de la neurociencia, de la parapsicología, del estudio de las estructuras
disipativas, de la holografía o de cualquier otra fuente cognoscitiva, y todos
formarían un macrosistema integrado: que reflejaría aquella armonía del
universo,
A medida que pasa el tiempo se hace
necesario el cambio de visión positivista a la interpretativa, en vista que
existen muchas situaciones complejas en el universo, que requieren de un
pensamiento sistémico, integral, no lineal, multidireccional que con el apoyo
de un equipo transdisciplinario con percepción humanista, multivariable, tome
en cuenta la red de relaciones e interconexiones, que no se detenga a reducir
muchos factores a uno solo para responder simplemente a las necesidades de este
siglo y en pro de las ciencias sociales y humanas.
Sinergia entre la ciencia, el arte y la ética.
Esta sabiduría vendría a ser como una realidad
emergente vivencial en la mente y vida del sujeto humano, que no se daría en
los componentes que la constituyen, sino en su interacción recíproca. No es,
por lo tanto, una disciplina tradicional, sino una metadisciplina, una
transdisciplina. Esta “sabiduría” integraría los aspectos “verdaderos” de la
realidad (ciencia) con su armonía y elegancia estética (arte) y con el respeto,
aprecio y promoción de la naturaleza de esa realidad (ética).
La
convergencia de estos tres pilares fundamentales radica en el hecho que se debe
teorizar con procesos sistémicos y críticos para hacer ciencia, pero es
necesaria esa sencillez y estética que humanice esta ciencia y permita que los
sentidos expongan su contribución cualitativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario