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domingo, 24 de febrero de 2013


EL SABER Y CONOCIMIENTO


¿Cómo el hombre conoce? ¿Cómo produce conocimiento? ¿Cómo aplica el conocimiento? ¿Qué corrientes filosóficas lo sustentan? ¿Cómo es el abordaje ontológico, epistemológico, axiológico, praxiológico y metodológico que se asume en los escenarios académicos?

 El hombre conoce a través de una interacción sensorial (visual, auditiva, olfativa) con nuestro mundo interno de valores, intereses, creencias y sentimientos.
            La palabra  conocimiento se refiere a la acción de conocer. Con el correr del tiempo el hombre se preocupó por ser conocedor y estar informado. El conocimiento fue enfocado durante muchos siglos en el desarrollo intelectual de las personas. Su génesis data de la antigüedad clásica donde los pensadores y filósofos tuvieron como fin el conocimiento de la realidad total.
            Platón formuló la primera teoría detallada del conocimiento. Este también intentó profundizar la diferencia existente entre el conocimiento y la mera opinión. El consideraba que el conocimiento implicaba más que una opinión verdadera, mientras que la percepción genera sensaciones vagas e inconsistentes.
            Para Aristóteles el conocimiento se obtenían a partir de un proceso de abstracción  el cual era superior a cualquier otro tipo de conocimiento y que a la vez permite derivar conceptos a partir de objetos concretos.
            La Teoría del Conocimiento como disciplina autónoma surge con John Locke. Sin embargo el verdadero fundador de esta teoría en la filosofía europea es Emmanuel Kant, con su principal obra la Crítica de la Razón Pura.
            En la obtención del conocimiento se advierten dos aspectos importantes: por un lado que el principio del conocimiento es el pensamiento humano, es decir la razón.  Y por otro lado la afirmación que el fundamento del conocimiento es la experiencia.
            Así tenemos que el Racionalismo es la doctrina epistemológica que sostiene que la causa principal del conocimiento reside en el pensamiento, en la razón. El racionalismo establece que el conocimiento es tal cuando posee lógica  y validez universal. Mientras que el Empirismo precisa que la única causa del conocimiento humano es la experiencia. Según éste el ser humano es una tabula raza, una hoja en blanco en la que se escribe la experiencia.
            Ahora bien, este conocimiento puede obtenerse a partir de diferentes corrientes epistemológicas como el objetivismo ( el objeto determina el sujeto), el subjetivismo (radica el conocimiento en el sujeto), el realismo ( las cosas son exactamente iguales a como las percibimos), el idealismo (no existen cosas reales independientes de la conciencia), el fenomenalismo (afirma que las cosas las conocemos solo en apariencia).
            Todas estas corrientes anteriormente nombradas las ubicamos en el paradigma  positivista. Donde el conocimiento se obtiene de forma parcelada, aislada y reduccionista.
                Es importante señalar que en el siglo XX se da un debilitamiento del Positivismo y se da apertura a otras corrientes como es el constructivismo, el análisis del discurso, el encuentro de saberes, entre otras. Todas ellas bajo un modelo sistémico, integrado, transdisciplinario que permite apreciar el conocer, el hacer, el ser y el convivir en el análisis de los fenómenos de la vida.

            Es pertinente recordar que el constructivismo es el enfoque que sostiene que el individuo no es un mero producto del ambiente, sino una construcción propia que se va produciendo día a día entre la interacción de aspectos cognoscitivos, sociales y afectivos. El conocimiento no es una copia de la realidad sino una construcción del ser humano que se realiza con los esquemas que ya posee, con lo que ya construyó en su relación con el medio que lo rodea. Permitiéndole poner en práctica lo aprendido en  la solución o explicación de fenómenos de la realidad y aceptando el cuestionamiento. Todo esto visto desde un nivel heurístico.
           
            En los espacios académicos se ha obligado a repensar los diseños curriculares, incluyendo asignaturas que estén relacionadas con la formación personal. Donde el abordaje ontológico de la realidad no debe verse desde una dimensión lineal cuantitativa sino desde un todo. Es decir desde una perspectiva sistémica en el que todas las partes interactúan y donde el análisis requiere de una lógica-dialéctica admitiendo cuestionamientos con metodologías sistémico-cualitativas, uniendo lo científico y lo tecnológico con el arte, lo ético y lo ecológico. Dando así un nivel axiológico, praxiológico y teleológico  al conocimiento. Traduciéndose en un conocimiento más humano.


Análisis elaborado por:   Aguin Daniela
                                           Camacho Maribel
                                           Jáuregui Elvis
                                           Quintero Yajaira

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