MSc. Miriam Karina Caro
MSc. Edwar Ramírez
MSc. Juan Carlos Pérez
La investigación
científica es concebida como
un proceso
intencional y sistemático de producción
del saber y de conocimientos, resultado de la actividad científica, dentro de
un enfoque epistemológico admitido.
No basta con comprar bibliografía y tecnologías
computacionales para estar a la par o competir con los grandes centros del
saber. Es necesaria una formación epistemológica constante que abra las mentes
creativas de nuestros estudiantes e investigadores. Para los que reconocemos la
realidad del mundo en el siglo XXI, los días que vivimos en peligro, no es
precisamente el título de una película sino el encabezado de los titulares de
los periódicos de nuestro planeta día a día. Peligro medioambiental, peligro de
guerra, peligro de caos social, animales en peligro de extinción, peligro de
extinción del ser humano. Todo esto parece exageración dirían los que no gustan
de las malas noticias. Y sin embargo, estamos frente a un escenario posible
aunque no deseable, el que estemos al borde de una crisis planetaria.
El uso de la herramienta epistemológica
permite obtener una ventaja competitiva; aun en nuestras tierras, prácticamente
condenadas al consumo
y a la acumulación del saber. Esta aplicación permite ubicar nuestros centros
de estudios universitarios en un rango tan importante como los existentes en
los países desarrollados. Es un propósito viable que exige apoyo de los
administradores y gerentes de la educación universitaria para poder alcanzar
este propósito de autodeterminación y complemento al desarrollo mundial de la
ciencia.
La globalización es transdisciplinaria, por
lo tanto, necesita análisis del mismo corte y desde miradas no parceladas por
la hiperespecialización. Si analizamos tanto el concepto de
transdisciplinariedad como el ilimitado rango de temas que se abordan bajo la
mirada de la globalización, nos podemos dar cuenta de la aseveración anterior.
El principio de la acción estrategia es pues aplicable tanto al análisis de la realidad del sistema internacional y la globalización, como al análisis de los discursos y su coherencia en las acciones. La realidad cambia constantemente y no nos hemos preparado para ella, la velocidad a la que dichos cambios se dan se ha acelerado a partir de las revoluciones científico-técnicas que permiten que las identidades, las realidades, los discursos y los procesos se vuelvan más complejos. Por lo tanto, las propuestas para la realidad deben de apegarse a acciones estrategias incluyentes.
El auge de la ciencia se debe al hecho de que
se le considera una variable estratégica para el desarrollo de las sociedades.
En particular en Venezuela,
se le ha dado un impulso a la investigación
científica y a sus productos,
concretados en los libros,
monografías, artículos científicos, revistas arbitradas, congresos, reuniones,
así como los organismos e instituciones
que la apoyan y financian como el Ministerio de la Ciencia y la Tecnología.
En la modernidad, la ciencia pasó de un período absolutista hegemónico a otro
período relativista. En el primer período se identifica la ciencia como el
único saber verdadero y el más importante, respecto a la filosofía, el arte, la
religión, el sentido común. Mientras que en el segundo período, el relativista,
se reconocen los límites de la ciencia en cuanto al carácter aproximado que
resultan todas las explicaciones teóricas o empíricas.
Este círculo le da carácter
humano a la actividad de investigación científica, con intención primaria
cognoscitivo y que puede variar desde la obtención propia del conocimiento
hasta su uso para la solución de problemas y la generación de tecnologías según
sea el caso o la intención de la investigación. Este carácter humano le
confiere a la investigación una nueva connotación de científico - tecnológico y
asume desde allí su carácter socio - histórico, ya que ha devenido como una estrategia
para la superación de la pobreza
y el atraso social tal como señala Tûnnerman (2000) "el subdesarrollo
científico - tecnológico es a la vez causa y consecuencia del subdesarrollo
económico social " pero sin menoscabo, acoto, con lo planteado por Martin
Fiorino sobre la ética
de la ciencia.
Cuando insistimos en la importancia
estratégica de la epistemología en la formación del investigador lo hacemos
porque se trata de producir un conocimiento competitivo y de calidad.
Competitivo en el sentido de poder estar la investigación a la altura de
cualquier centro de investigación a nivel mundial. Esto a la luz de
nuevos avances epistemológicos queda muy atrás y por lo tanto el estudio queda desactualizado,
a pesar de haber aplicado muy bien, una determinada teoría, un método
o un procedimiento,
dentro de los parámetros seleccionados. . Señala Bunge, que "Si la sustancia (objeto) no puede ser lo
distintivo de toda la ciencia, entonces tiene que serlo la forma (el
procedimiento)" (Bunge. 1983: 22). Inmediatamente especifica que
"la peculiaridad de la ciencia
tiene que consistir en el modo como opera para alcanzar algún objetivo
determinado, en otros términos, en el método científico
y en la finalidad para la cual se aplica dicho método
De esta manera, el problema principal que
enfrenta actualmente la investigación y su metodología tiene un fondo
esencialmente epistemológico,
pues gira en torno al concepto de conocimiento
y de ciencia y la
respetabilidad científica de sus productos: el conocimiento de la verdad y de
las leyes de la naturaleza. De aquí, la aparición, sobre todo en la segunda
parte del siglo XX, de las corrientes posmodernistas,
las postestructuralistas, el construccionismo, la Teoría crítica, el análisis del discurso en general, los planteamientos que formula
la Teoría del
conocimiento. El enfoque
sistémico es indispensable cuando tratamos con estructuras dinámicas o
sistemas que no se componen de elementos homogéneos
y, por lo tanto, no se le pueden aplicar las cuatro leyes que
constituyen nuestra matemática actual sin desnaturalizarlos, la ley aditiva
de elementos, la conmutativa,
la asociativa y la distributiva de los mismos, pues, en realidad,
no son “elementos homogéneos”,
ni agregados, ni “partes”, sino constituyentes de una entidad
superior; las realidades sistémicas se componen de elementos o constituyentes heterogéneos y son lo que son por su posición o por la función que desempeñan en la estructura
o sistema total; es más, el buen o mal funcionamiento de un elemento repercute o
compromete el funcionamiento de todo el sistema: ejemplos de ello los tenemos
en todos los seres vivos y aun en la tecnología, como el estrepitoso fracaso
del Challenger o del Ariane V, debidos, respectivamente, a una superficie
exterior no cuidada o a los “tiempos” de una computadora. En general, podríamos
señalar, como una especie de referente
clave, que la matemática trabaja bien con objetos constituidos por
elementos homogéneos y pierde su
capacidad de aplicación en la medida en que estos son de naturaleza heterogénea, donde entra en acción lo
cualitativo y sus relaciones.
En
los últimos tiempos, se han ido dando las condiciones necesarias y suficientes
para que todo investigador serio y de reflexión profunda, pueda, a través de
las bibliotecas, las revistas y los congresos, subirse sobre los hombros de docenas
de pensadores eminentes, le es posible divisar grandes coincidencias de ideas y
marcadas líneas de un nuevo modo de
pensar, de una nueva manera de mirar las cosas, de una nueva racionalidad
científica y, en síntesis, de una nueva
ciencia. Esta ciencia presenta notables diferencias con el modo de
pensar tradicional, clásico, lógico-positivista.
La
complejidad de las nuevas realidades emergentes durante el siglo XX, su fuerte
interdependencia y sus interacciones ocultas, por una parte, y, por la otra, el
descubrimiento de la riqueza y dotación insospechada de la capacidad creadora y
de los procesos cognitivos del cerebro humano, postulan una nueva conciencia y
un paradigma de la racionalidad acorde con ambos grupos de realidades.
No se trata de desechar
los conocimientos que hemos ido acumulando a lo largo de los siglos por
cualquiera de las vías metodológicas por las cuales se hayan logrado, sino de
reorganizarlos y reestructurarlos para darles mayor sentido y vigencia. Por lo tanto, cada
disciplina deberá hacer una revisión, una reformulación
o una redefinición de sus
propias estructuras lógicas individuales, que fueron establecidas
aislada e independientemente del sistema total con que interactúan, ya que sus
conclusiones, en la medida en que hayan cortado los lazos de interconexión con
el sistema global de que forman parte, serán parcial o totalmente
inconsistentes.
Ahora se
trata de integrar nuestros conocimientos en el Paradigma Sistémico, pues, como
dice Ludwig von Bertalanffy, "desde el átomo hasta la galaxia vivimos en
un mundo de sistemas" (1981, p. 47); y esto, desde lo inconmensurablemente
grande hasta lo infinitesimalmente pequeño, pasando por nuestro mismo
organismo, donde todos son sistemas y sistemas de sistemas, y donde toda
investigación digna de ese nombre consiste en determinar el rol o papel que
juega cada parte en el conjunto del todo a que pertenece, y donde su buen o mal
funcionamiento compromete positiva o negativamente el todo en que está inserta
y del cual forma parte. La aplicación de la epistemología al interior de la
producción del conocimiento permite auto- reflexionar y auto evaluar el
desarrollo de la ciencia. Es decir, permite reconocer los avances y los
obstáculos que se van presentando en la investigación.
INFORME ARGUMENTATIVO SOBRE LAS BASES DE LA EPISTEMOLOGÍA A COMIENZOS DEL SIGLO XXI
ResponderEliminarHumberto Peña C.I.N° 11.980.974
Oscar Aponte C.I.N° 6.556.958
En el articulo analizado pudimos constatar que es de reciente data el estudio profundo y serio de la epistemología; no obstante se ha hecho imperioso y obligado una transformación radical de estos conceptos; viendo que la mayoría de los autores, filósofos, tratadistas y estudiosos de este modelo se han sentido insatisfechos por el estudio que hasta ahora se ha hecho; demandando reemplazar este viejo modelo por uno nuevo que diese cabida a la realidad del mundo en que vivimos, mundo este controvertido, inconsistente, incoherente, real y sobre todo dinámico, lo que hace que no exista una solución única para los problemas económicos, políticos y sociales porque el nivel de complejidad del mundo cada día es mayor, no pudiendo las esferas del conocimiento existentes encontrar respuestas sin crear nuevas ideas, nuevas teorías, nuevos procesos innovando cada día en todas las áreas debiendo hacer una redefinición de su esencia o estructura.
Se hace necesario para esta nueva epistemología considerar ciertos aspectos como: una calificada preparación de sus profesionales, una visión transnacional en todos los aspectos, el dialogo como método imprescindible e impedir el parcelamiento del saber, o sea, un enfoque global. Así mismo debemos tener un nuevo enfoque científico eliminando el modelo reduccionista, o sea, no ver las partes de manera aislada ya que sería insostenible ver estas variables de forma independientes o dependientes; debemos buscar el conocimiento a través de un proceso mental creando modelos y porque no también teorías, igualmente los términos de complejidad y transdisciplinariedad debemos manejarlos relacionándolos con la epistemología para que con una experiencia de campo o vivencial sea la vía de adquirir el autentico conocimiento, o sea, el contacto con la realidad, la parte sensorial del ser humano que al fin y al cabo determina la verdadera realidad.
Por último se hace una reflexión que no podemos comprender el todo sin ver sus partes, pero podemos ver las partes sin comprender el todo, se habla de la lógica dialéctica de Hegel 1966 y sus postulados, también del aporte de la neurociencia que hace una conexión de manera global entre los factores físicos, biológicos, psicológicos, sociales y ambientales constituyendo un nuevo paradigma, se habla del conocimiento como realidad emergente, se repiensa la ciencia para que en los últimos 50 años como sucede hoy en día el investigador serio pueda a través de bibliotecas, revistas, congresos e internet constituir un nuevo modo de pensar basándose en las nuevas realidades, en la objetividad y en las transformaciones en todos los niveles.
Para nuestro concepto el desafío que tenemos por delante es el cambio y adaptarnos a ese nuevo cambio que nos impone la realidad del siglo XXI.